Conducir en invierno

Invierno, tan temido por unos tan amado por otros. Nos encanta la estampa que deja en nuestros bosques, pero nos aterra conducir con sus bajas temperaturas y lo que estas provocan. Saber cómo es la conducción en invierno con viento y niebla es importante.

Extremamos la precaución con condiciones meteorológicas diferentes a las que estamos acostumbrados, pero lo cierto que con esta estación viene la lluvia,  nieve, el hielo, viento y la niebla, que hacen mucho más complicada la conducción en carretera.

El viento en ocasiones viene sin avisar, no importa si es invierno o estamos en otra estación con un clima más tranquilo. El viento implica un peligro para todos los coches, pero sobre todo para los pequeños.  Las ráfagas fuertes pueden hacer que se tambalee el vehículo. Como actuamos es clave, la firmeza al volante es fundamental. Ya que nos hará ir más seguros, estabilizar el coche en el caso de que este se mueva de manera lateral. Muy importante mantener el vehículo en línea recta, girando ligeramente el volante hacia el lado donde sopla el aire. Esto te ayudará a permanecer estable en la carretera.

Firmeza al volante

Extrema la precaución cuando circules con camiones.  Ya que aquí el aire cambia, puesto que, si tenemos un camión al lado, el viento deja de soplar sobre nosotros, por lo que si decides adelantar provocarás que el vehículo sufra un volantazo, debido al aire que le llegue de golpe.  En estos casos es mejor no realizar un adelantamiento y en el caso de tener que hacerlo, ten en cuenta que tendrás que coger firme el volante acelerar y ser consciente que el aire volverá a hacer un movimiento hacia el límite de la vía.

Reduce la velocidad

Si es complicado conducir con aire también lo es cuando la visibilidad se reduce de manera considerable, gracias a la niebla. Si un banco de niebla nos sorprende, tenemos que afrontar la poca visibilidad y la humedad que hay en la calzada. Estos factores son tan peligrosos, que hacen que muchas ocasiones se produzcan accidentes. Extremar la precaución, la velocidad y la señalización es fundamental. Recuerda encender las luces antiniebla para que también te vean otros conductores.

Con la carretera húmeda, el coche pierde adherencia y se produce los patinajes. Al no tener visibilidad tampoco somos conscientes si existe algún obstáculo en la carretera.  Si reducimos la velocidad será más fácil poder reaccionar cuando percibamos algo y sobre todo evitar que nuestro vehículo patine y esté descontrolado.

Iluminación adecuada

La iluminación, tan importante es ver como ser visto. Evita las luces largas, ya que realizan un efecto espejo, que hará que reduzca la visibilidad.  También recuerda que puedes deslumbrar a otros vehículos. Los faros antiniebla son fundamentales y también tenerlos en buenas condiciones, el alumbrado es muy importante para que podamos tomar las decisiones correctas en la carretera.

Evitemos que haya elementos de distracción. La música, conversaciones, etc…La concentración en estos momentos es fundamental.