Conoce tu vehículo: Escobillas limpiaparabrisas.

Conoce tu vehículo: Escobillas limpiaparabrisas.

Las escobillas limpiaparabrisas es uno de los elementos que nos ayuda a eliminar los residuos, excesos de lluvia, polvo e incluso nieve. De esta manera nos permite tener una visibilidad clara durante la conducción. Su uso y su correcto funcionamiento nos evita que podamos tener algún accidente por falta de visibilidad.

Conoce las partes de una escobilla limpiaparabrisas:

Brazo de la escobilla limpiaparabrisas: Transfiere el movimiento del motor de la escobilla limpiaparabrisas.

Conectores: Conectan la escobilla al brazo del limpiaparabrisas.  Este elemento garantiza que funcione correctamente el limpiaparabrisas y lo haga de manera silenciosa y eficiente.

Flexores de muelle: Estos son los encargados de que la escobilla de goma mantenga una presión pareja e incluso la acción de la escobilla en toda su longitud. Para un contacto perfecto entre la escobilla y el vidrio, la curvatura de los flexores del muelle tiene que coincidir con su parabrisas.

Elemento de goma: Este elemento garantiza la máxima flexibilidad a medida que la escobilla cambia de ángulo. La goma que fricciona con el vidrio asegura la precisión, un cambio suave de ángulo a medida que la escobilla sube y baja el parabrisas.

“El elemento de goma es el que se suele desgastar más con el uso y tiempo, debido a la climatología”

 

Spoiler: Este elemento se instala en el limpiaparabrisas del lado del conductor, para mejorar la eficiencia aerodinámica y reducir la elevación del viento al conducir a altas velocidades.

Existen 3 tipos de escobillas limpiaparabrisas:

Convencional, plano e híbrido. Normalmente si un vehículo viene con limpiaparabrisas convencionales, se pueden reemplazar con limpiaparabrisas planos o híbridos, para un mejor rendimiento. En cambio, si tu vehículo lleva limpiaparabrisas planos no pueden cambiarse por los convencionales.

Si tienes alguna duda, consulta a tu asesor, ya que te ofrecerá el limpiaparabrisas que mejor se adapte a tus necesidades y a las características de tu vehículo.

 

¿Sabes cuando tienes que cambiar las escobillas?

El principal enemigo de las escobillas es el sol, que endurece y agrieta la goma haciendo que esta se deteriore. Lo más habitual es sustituirlas una vez al año, pero como todo, depende de su uso e incluso del lugar en el que residas. Normalmente los climas secos, precipitan su desgaste.

Para su cuidado y mantenimiento es recomendable limpiar la goma de la escobilla, eliminando con un trapo y limpiacristales la suciedad que quede adherida en ella.

Si al dar al limpiaparabrisas observamos que las escobillas dejan estrías, es que la goma está dañada o cortada.

Un elemento muy significativo y que nos alerta de que hay que sustituirlas es el ruido o la posible sacudida que la escobilla realiza. Esto se debe a la presión que ejerce sobre el cristal, que no le permite realizar el movimiento como toca.

Si observas que las escobillas dejan zonas sucias o por barrer, e incluso, si observas que el agua en el parabrisas deja un velo inclinándose en un lado, puede ser que no esté bien ajustado, haya perdido presión del brazo porta escobilla y por tanto habrá que sustituirlas.

Recuerda que conducir requiere estar atento no solo a la conducción, sino a todo lo que acontece en ella. Desde lo que sucede en el interior de tu vehículo, al exterior, valorando siempre que todos los elementos funcionen correctamente.

Las escobillas limpiaparabrisas afectan directamente a nuestra visibilidad y, por lo tanto, a nuestra seguridad. Realizarlos mantenimientos a tu vehículo es fundamental. Tu asesor te aconsejará sobre si tienes que realizar el cambio de las escobillas o no para garantizar tu seguridad y la de todos.